El final de una relación puede ser una de las experiencias más dolorosas que atravesamos en la vida. Es normal sentir una montaña rusa de emociones como tristeza, confusión, rabia o incluso desesperanza. Aunque cada persona vive el duelo de manera diferente, existen pasos que pueden ayudarte a superar el dolor y comenzar a sanar.
Es completamente válido todo lo que estás sintiendo, cualquier emoción que surja, incluso la culpa. En lugar de intentar reprimir o ignorar estos sentimientos, necesitas una mirada compasiva y comprensiva para aceptar lo que estás experimentando. Permítete llorar si lo necesitas y sé amable contigo misma. El duelo por una separación es un proceso que te llevará a pasar por diferentes emociones. La aceptación de estas, aunque te cueste más o menos, es el primer paso hacia la recuperación.
Date cuenta de a quién tienes a tu alrededor. En una separación, no sólo se separan las dos personas que estaban unidas, sino, el entorno de amistades y familiares que se han ido forjando, también suele cambiar. Perdemos amistades de los dos que, por afinidad, cercanía u origen, se decantarán por estar más cerca de una que de otra, o simplemte, se esfumarán porque, como la misma relación de pareja, también pierden su sentido en este nuevo panorama.
En algunos casos, la tendencia es a aislarnos. Comprensible. Intenta encontrar el equilibrio entre estar contigo y acercarte a quien está de tu lado. No atravieses este momento completamente sola. Habla con amigos, familiares o personas cercanas que te ofrezcan apoyo emocional. Expresar lo que sientes puede ayudarte a procesar mejor el dolor y recibir la comprensión que necesitas. A veces, hablar de la situación te permite verla desde una nueva perspectiva y si no, por lo menos te desahoga..
Por otro lado, dedica tiempo a cuidar de ti misma, tanto física como emocionalmente. Haz actividades que disfrutes, en la medida que te sientas cómoda, practica ejercicio, medita o simplemente descansa. Recuperar la conexión contigo misma es clave para sanar después de una ruptura. Ahora vas a encontrarte con una nueva tu, así que la voda te predispone a redescubrirte y saber de tus nuevos intereses o necesidades, pasatiempos, y te ayudará a enfocarte en tu bienestar. ¿Quién eres ahora?
Si cambio, volverá...
Alicia se acaba de separar. Su compañero decidió que no quería seguir estando con ella. Ella se siente muy confusa, porque no lo esperaba después de 9 años juntos. El mundo que conoce se le ha roto en pedazos y se siente demasiado abrumada como para tomar decisiones. Llora constantemente, casi sin motivo (aparente), se siente insegura y no sabe en quién confiar, no quiere salir y su rutina es de casa al trabajo y de trabajo a casa. Hecha de menos a Julio y no ve la luz al final del tunel emocional en el que está inmersa. Le invaden las dudas de qué podría haber hecho para evitar ese final.
Aunque en el caso de Alicia (que bien podría ser el tuyo), el impulso es salir corriendo al teléfono para llamarle o encontrar cualquier otra excusa para contactar de nuevo con Julio, es recomendable establecer un período de distancia con la otra persona, ya sea temporal o permanente. Esto te permitirá atenderte con todo lo que estás sintiendo, sin estar constantemente reviviendo la relación. Evitar el contacto en redes sociales y las conversaciones por un tiempo, te ayudará, ya que este espacio es necesario para procesar la ruptura.
Es común, durante el proceso de duelo, enfocarse solo en los momentos buenos y en lo positivo de la relación. Parece que esa persona es un ser angelical, lleno de virtudes perfectas para ti, que te complementa a las mil maravillas o victima de las circustancias y que, en ningún caso, da motivos para cuestionarte que es la persona ideal para ti.Sin embargo, es importante recordar que si terminó, había razones para ello. Date cuenta si no estás idealizando a esa persona para que el dolor que sientes sea más llevadero. Al aferrarte a una imagen idealizada, estás creando la posibilidad de volver. ¿De qué te estás protegiendo al hacerlo? Reconocer tanto los buenos como los malos momentos te ayudará a ser más realista y comprender que, tal vez, la separación fue la mejor decisión.
Las prisas no son buenas
El miedo, la incertidumbre o la culpa son emociones que te pueden confundir y hacer que tomes decisiones contrarias a lo que necesitas ahora. Para, respira, resetea y vuelve a ti (yo, mi, me conmigo).Ya tendrás tiempo de decidir con más claridad. Estás librando un pulso con la ansiedad de contactar con tu dolor, y no es fácil ni rápido.
Aunque ahora puede parecer difícil, la ruptura no es el fin de tu historia, sino el inicio de una nueva etapa. Esto lo irás viendo con más claridad a medida que vayas avanzando en tu proceso y evaluando las cosas que has hecho para elegir a esa persona y llegar a donde habéis llegado. Es un proceso. No tengas prisa, porque todo pasa y todo llega, como decía la canción. Ahora, se te abren otras oportunidades por delante. Aprovecha este tiempo para crecer, conocerte mejor y establecer metas personales que te inspiren a seguir adelante.
Sanar lleva tiempo, y cada persona avanza a su propio ritmo. No te presiones para "superar" la ruptura rápidamente. El duelo por una separación es parte del proceso de cicatrización, y eventualmente, el dolor disminuirá.
El dolor emocional que acompaña una ruptura puede ser abrumador, y buscar ayuda profesional es una opción muy valiosa. Una terapeuta especializada en duelo por separación puede ofrecerte herramientas para gestionar mejor tus emociones, escucharte y ayudarte a que reconstruyas tu vida emocional. No hay nada de malo en pedir ayuda cuando la necesitas.Si sientes que necesitas apoyo adicional, no dudes en buscar ayuda profesional o en contactarme. La terapia es una herramienta valiosa para superar este tipo de situaciones y recuperar tu bienestar emocional.
¡Estás en el camino hacia una versión más auténtica, real y resiliente de ti misma!
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