EX-PAREJAS: EL SINDROME DE ABSTINENCIA

Cuando rompemos una relación significativa o duradera, sentimos que algo nos falta. Esa sensación de vacío o esa necesidad de estar cerca de la otra persona no es simple nostalgia: tiene una explicación científica y psicológica

¿Por qué sentimos adicción a nuestra expareja aun cuando sabemos que no nos conviene?

En la fase del enamoramiento y durante la relación, nuestro cerebro libera una serie de neurotransmisores, entre ellos la dopamina (la hormona del placer y la recompensa) y la oxitocina (la hormona del apego). Estas hormonas crean una especie de vínculo químico entre nosotros y la persona que amamos, lo que nos hace experimentar seguridad, placer y una sensación de pertenencia.

Sin embargo, cuando la relación termina, nuestro cerebro sufre una especie de "síndrome de abstinencia". Al igual que ocurre con ciertas adicciones, pasamos por una fase de desconcierto, dolor y deseo intenso de volver a tener ese “subidón” que nos proporcionaba estar cerca de esa persona.

No es raro que sintamos la urgencia de llamar, ver o escribir a nuestra ex-pareja, porque en cierto modo el cerebro intenta recuperar la fuente de esas emociones placenteras y evitar, a toda costa, el dolor de la pérdida.

Este fenómeno se vuelve aún más intenso cuando no nos hemos permitido experimentar el proceso de duelo emocional. Tranquila, esto es una reacción de superviviencia que, seguramente, has aprendido a lo largo de tu historia cuando has vivido algún abandono o te has tenido que separar de alguien significativo. Muchas veces, un duelo nos despierta otros del pasado que aun no hemos afrontado. 

"Las personas no podemos dejar los acontecimientos traumáticos atrás hasta que reconocemos lo sucedido y empezamos a darnos cuenta de los demonios invisibles con los que luchamos" Bessel Van der Kolk

Así también, evitamos aprender a estar con nosotras mismas sin depender de otra persona.

Esto explica por qué muchas veces idealizamos a la ex-pareja y sentimos que nada será igual sin ella. Es el cerebro aferrándose a lo que conoce, buscando evitar el dolor de la pérdida, el miedo a la soledad y a sentir el vacío.

Pero así como superamos muchas otras experiencias, es posible superar esta sensación de adicción emocional. Como siempre les digo a mis clientas, todo pasa. La cuestión es cómo y con quién.

Darte tiempo para poder asimilar el dolor de la pérdida de esa persona y del entorno donde hasta ahora vivías, aprender a llenar esos espacios con nuevas experiencias y apoyarnos en amistades, familia o incluso en una terapeuta, son claves para que poco a poco logremos redirigir esa energía hacia nuestro propio crecimiento y bienestar.

Porque al final, superar a una ex-pareja no es solo cuestión de “olvidar”, sino de madurar y aprender a llenar nuestra vida con nuestra propia compañía. 💪💫

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